viernes, mayo 11

Duda ética y sentimental

Hoy en Casa Lamm tuvimos una clase, la valuación de obras de arte.
La clase fue sumamente interesante y aprendimos bastante pero me creó una duda ética y sentimental hacia las pinturas que yo hago.

Hace tiempo estuve investigando sobre el mercado del arte y un crítico y artista mencionaba que cuando vendíamos la primer obra de arte empezábamos a prostituir nuestro arte en general. Bajo de esa tónica yo tengo la duda si vender algunas pinturas que yo he hecho o reservarlas solo para mi, yo no quiero que una pintura mía que tiene esencia mía y sentimientos muy profundos lleguen a prostituirse por venderlas. Esta duda hizo que platicara con la persona a la que más respeto y en la que más confío y me comentó que cada pintura mía es como una hija, la tengo que dejar crecer e irse con quien la valore y que esté dispuesto a admirarla, respetarla y quererla sin problemas por el precio que yo ponga a dicha hija. Creo que entendí su punto ya que yo no pinto ni fotografío para vender, lo hago por que me nace y tengo el sentimiento para hacerlo, no para venderlo.

Jamás haría algo por encargo y si llego a vender una pieza mía será cuando encuentre al alguien que la valore a esta hija.
Cada quien puede tener su punto de vista al respecto, yo no soy artista, no tengo estudios como tales y no vivo de ello ni planeo hacerlo pero empezaré a considerar la opción de dejar ir a mis hijas, yo las tengo guardadas, raras veces las admiro y las muestro, las quiero, pero no se sienten admiradas por lo que creo que necesitan ese afecto que tal vez yo no les puedo dar.
No creo que estas palabras las entienda alguien que no aprecia lo que hace, pero espero que otros entiendan lo que quiero decir.